
Teniendo en cuenta estos datos, nunca es demasiado tarde para comenzar a practicar algún tipo de deporte. Estar en forma alarga la vida y disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas en la etapa final, lo que repercute en una mejor calidad de vida.
El estudio ha estudiado los datos médicos de 18.670 personas durante un tiempo medio de 26 años. Tras analizarlos se ha podido demostrar cómo mejoran las condiciones físicas de las personas que realizan actividades deportivas tras los 50 años.
Otro estudio publicado en la revista 'British Medical Journal' determina que, incluso, iniciando la actividad física tras la jubilación se consiguen mejoras en las expectativas de vida de las personas.
Nadar, caminar o hacer ejercicio moderado en el gimnasio durante la vejez mejora la salud y alarga la vida de las personas, a pesar del inicio tardío.