miércoles, 24 de abril de 2013

Ejercicio físico en el tratamiento y prevención del cáncer

Existen gran cantidad de estudios científicos que han demostrado los beneficios que la práctica de ejercicio físico aporta a la salud. Varios de ellos destacan que esta actividad, junto a una dieta sana y la ausencia de tabaco, puede reducir la posibilidad de padecer cáncer entre un 30 y un 50%.
Realizar ejercicio físico con asiduidad ayuda a mantener un peso adecuado y a reducir la obesidad. Ambos factores muy determinantes en la aparición de tumores como los de mama, colón o próstata.
El deporte y la adquisición de hábitos de vida saludables sirven también para complementar los tratamientos a los que se someten los pacientes oncológicos. La actividad física adaptada a las necesidades del enfermo puede aportar mejoras a nivel médico y a nivel anímico.
El ejercicio físico aporta mayor resistencia física, mejora la autoestima y refuerza la autoconfianza. Algo muy positivo durante el proceso de recuperación de estas enfermedades.