Los adolecentes con padres
sedentarios tienen una probabilidad cuatro veces mayor de no practicar ningún
tipo de ejercicio. Así lo ha determinado un estudio realizado por la
Universidad de La Rioja, en el que se pone de manifiesto que los hábitos y la
educación de los padres repercuten directamente en la actividad física de los
hijos adolescentes.
Los investigadores señalan que,
de igual forma, el sedentarismo de los hijos es menor cuando los adultos
otorgan importancia a la actividad física.
El estudio ha realizado una
evaluación de los comportamientos, actitudes y motivaciones de casi 2.000
adolescentes entre los 12 y los 16 años a la hora de practicar actividad
física. Los jóvenes atribuyen a sus progenitores gran influencia en la
adquisición de un estilo de vida sedentario.
Otra de las conclusiones de la
investigación es que los padres normalmente otorgan más importancia a los
resultados académicos que a la práctica de ejercicio físico.
Teniendo en cuenta estos datos,
es importante destacar la importancia que tiene la educación en el entorno
familiar para potenciar la adquisición de hábitos de vida saludable entre los
jóvenes. El compromiso de los padres debe ser firme para trasmitir a sus hijos
el valor de realizar actividad física.