Muchas personas piensan que el
Pilates es sólo un estiramiento o una clase de relajación, pero si se realiza
de forma correcta es un deporte duro y exigente. Se trata de un método de
trabajo con unos principios básicos que pueden aplicarse a todas las
disciplinas deportivas. Incluso el entrenamiento de musculación puede
beneficiarse con los principios del Pilates.
El Pilates mejora la
concentración durante la ejecución de los ejercicios, así somos conscientes de
las partes del cuerpo que se ejercitan en cada momento y trabajamos de forma
más efectiva. Además, favorece el control corporal que puede considerarse la
base de cualquier disciplina deportiva. Realizar las repeticiones de forma
lenta y controlada es la mejor manera de conseguir el crecimiento muscular.
Los principios del Pilates se
basan en la activación del centro del cuerpo, núcleo del que proceden todas las
fuerzas del cuerpo que se transformarán en movimiento. Esto permite estabilizar
el cuerpo y mejorar la eficacia de los ejercicios. También otorga fluidez a los
ejercicios y mejora la técnica de los movimientos. Tener una técnica correcta
es más importante que la cantidad de ejercicio que realizamos, porque previene
lesiones y economiza el esfuerzo.
Por último, el principio más
destacado del Pilates es el control de la respiración. Cada ejercicio tiene
establecido un patrón de respiración que favorece los movimientos que se
realizan. Controlar la respiración puede ser muy útil a la hora de levantar
grandes pesos.