Realizar actividad física durante
la infancia reduce el riesgo de padecer fracturas de hueso durante la vejez.
Así lo ha señalado un estudio presentado durante un encuentro de la Sociedad
Americana de Ortopedia y Medicina del Deporte.
Según los expertos, esta
circunstancia se produce porque el mayor crecimiento de masa ósea se realiza
cuando los niños en crecimiento practican actividad física regular.
Para elaborar este estudio se ha
trabajado durante seis años con un grupo de niños que realizaron educación
física diaria durante 40 minutos. Además, se estableció un grupo de control que
recibió solo 60 minutos de actividad física a la semana.
Los resultados pusieron de
manifiesto un menor número de fracturas entre los niños que realizaban más
actividad física. Otro beneficio fue el incremento de la densidad mineral ósea
de la columna vertebral.
Del mismo modo se realizó un
estudio retrospectivo con una muestra de ex atletas de 69 años y un grupo de
control de 70 años. Así se pudo determinar el número de fracturas que había
sufrido cada uno y cuál era la media de pérdida de densidad ósea.
Los resultados destacan que el
ejercicio físico en la niñez aumenta la masa ósea y reduce la disminución del
esqueleto durante la vejez.