El Colegio Americano de Medicina
del Deporte ha señalado la importancia de la actividad física a la hora de
mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de padecer determinadas
enfermedades graves. Los estudios e investigaciones realizados por este
organismo durante los últimos 30 años determinan una influencia directa del
ejercicio físico sobre el proceso de envejecimiento de las personas.
Evitar el sedentarismo aumenta la
esperanza de vida y reduce el riesgo de sufrir enfermedades crónicas
degenerativas como obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión, osteoporosis,
cáncer y otras enfermedades cardiovasculares.
Se ha demostrado que algunas de
estas enfermedades, tradicionalmente vinculadas al envejecimiento, no están
necesariamente ligadas a este. Es el caso de la osteoporosis, producida
principalmente por la falta de ejercicio y una dieta poco saludable, por lo que
es posible reducir el riesgo de padecerla.
Para cumplir años de la forma más
saludable posible, las autoridades sanitarias recomiendan realizar ejercicio
físico diario aunque sea de carácter moderado y consumir una dieta equilibrada,
baja en sal y rica en antioxidantes.